Razones para dejar de ver fútbol 


1. Pillería, mala educación, falta de respeto. Lógica del engaño y la sospecha, marrullería. Tirarse, fingir, engañar, simular, pegar, protestar aireadamente aunque sepas que no llevas razón, sentirte orgulloso por ello. Creerte un semidiós cuando en realidad eres un producto publicitario igual que un detergente o un coche alemán. Sentirte por encima de la ley cuando en realidad eres un elemento lúdico que asegura la estabilidad social. Creerte importante cuando eres sustituible por el próximo icono capitalista que ya se está gestando.


2. Lamentable modelo de conducta deportivo y extra deportivo para niños-niños y para niños-de-treinta-años



3. Pasividad ideológica: no sabes nada, no opinas nada, no lees nada, no entiendes de nada. Solo das patadas a un balón para que las televisiones destinen una parte de sus multimillonarios beneficios al club que te paga para seguir dando patadas a un balón que nos aliena, nos absorbe, nos aniquila como individuos críticos. Contribuyes a la aculturación social basada en el modelo de éxito, notoriedad, fama, juventud y dinero. 

4. Pensamiento totalitario: crees que tu equipo es el mejor, rechazas críticas, deseas el mal a los rivales y la victoria sea como sea. Crees que tu deporte es el mejor, ignoras el aparato exhibicionista, totalitario, chovinista, rivalista, espectacular y alienante que solo tu deporte posee. Desconoces la cultura del esfuerzo (sin recompensa inmediata). No sabes que los jugadores de balonmano dejan el balón en la pista y vuelven corriendo a su campo nada más pitar el árbitro -aunque sea en su contra-, no sabes que los jugadores de rugby o fútbol americano cuando se quejan es porque realmente han recibido un golpe y les duele, no se te pasa por la cabeza el sacrificio aumentado por la pobre consideración que tienen los ciclistas. No sabes nada aparte de que tu equipo y tu deporte son los mejores

5. Actitud vergonzosa generalizada de presidentes caciques, entrenadores estrella y jugadores que hacen de su cuerpo un catálogo de moda. Cuanto más ricos, más vergonzosa. Agresiones impunes sin sanción. Apuestas ilegales. Partidos amañados. Piscinazos. Escupitajos. Botellazos. Dedos en el ojo. Cochinillos. Bengalas. Estamento arbitral lamentable. Estamento federativo impresentable. Bochornosa situación de injusticia consentida provocada por el reparto desigual de los beneficios de las televisiones que prestigian y enriquecen desmesuradamente a dos clubes; éstos completan la pantomima celebrando como méritos propios los éxitos deportivos que son consecuencia lógica de este dirigismo mediático, económico y político. 

6. Oportunismo político apropiándose de banderas, colores, jugadores, campeonatos, competiciones y, por supuesto, aficionados. 

7. Dirigismo mediático desde las cavernas ideológicas territoriales que monopolizan el mundo del deporte presentándolo como mundo del fútbol. 

8. Enriquecimiento inaudito de unos pocos individuos cuya madurez y competencia ciudadana queda bajo sospecha después de fletar aviones privados para que sus compañeros de equipo asistan a la inauguración a nivel mundial de una mega discoteca. La inversión es millonaria. Connivencia y trato de favor de bancos en la concesión de créditos escandalosos y de Hacienda permitiendo la morosidad infinita. Esta casta goza de privilegios fuera del alcance de cualquier ciudadano normal.

9. Opio. Soma. Lenitivo. El infantilismo del fútbol y su primitivismo gregario nos llevan de la mano a todos a sentarnos delante de una televisión, a gritar, a animar, a sufrir y a llorar por un juego del que no obtenemos beneficio material ni personal: ni siquiera somos mejores personas después de tal despliegue de adrenalina y conformismo. Peor: el entretenimiento sano, el acercamiento crítico y objetivo a los aspectos técnicos y estratégicos del juego quedan emborronados y anulados por los impagables titulares del Marca al día siguiente.

10. Ni jugadores ni entrenadores ni aficionados son conscientes de que forman parte de una mentira cuidadosamente preparada para camuflar su naturaleza real:  es un prodigioso instrumento de control político y social. La operación es un éxito absoluto. Nuestras vidas se disuelven en el escaparate verde y su capital de entretenimiento dirigido hacia lo intrascendente y primario. 

11. La moda de las banderas en los balcones. 

12. Los niños que tienen un juego de sábanas o toallas del Real Madrid. 

Comentarios

  1. Primero el fútbol americano no es fútbol, ni siquiera debería llamarse fútbol, son sólo un poco de tipos grandes con esteroides que juegan a perseguirse el uno al otro, ganando un sueldo ridículamente alto. El rugby ni siquiera debiera de compararse ni con el fútbol, ni con el fútbol americano, primero porque el fútbol le dio origen al rugby, y segundo porque el rugby es un juego más elaborado que el fútbol americano. ¿Político? perdón, pero la política es en lo menos que se piensa cuando vas a un partido de fútbol, béisbol, etc. Eso de que es un instrumento de control político, no hay pruebas fehacientes para respaldarlo, han habido escándalos, arreglos de juegos, jugadores que no pasan la prueba anti-dopping, pero eso no es lo que alimenta a la afición. Así que todos tus argumentos son inválidos, me imagino que quién escribió esto es una nena resentida porque nunca fue bueno en algún deporte. Y digo deporte en general, no sólo por defender el fútbol, sal de tu cueva y empieza a jugar pelota huevón.

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  2. Buenas!

    he jugado bastantes años a rugby, y puedo decir que si alguien busca lo que es un deporte en si, es el rugby. Un jugador de rugby no puede hablarle al arbitro si su capitan no le da permiso o si el arbitro le pregunta, por supuesto siempre tratando de usted. La capacidad de sacrificio para el equipo, el compañerismo, no solo con tu equipo sino con el rival, he visto tios de 2m y 120kg liarse a ostias en un partido (el calor del momento) y en el 3 tiempo pedirse disculpas, abrazarse, tomarse un par de cervezas y como si fueran amigos de toda la vida. El futbol ha degenerado en los gladiadores de nuestra era (nada de epica Hollywoodiense, si no sangre y visceras)

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  3. comparto con tu permiso, y para el primer anónimo creo que el que debe de salir de su cueva eres tu, este señor tiene mucha más razón en sus palabras de lo que tu llegaras a comprender jamas. Pero bueno tu mientras te sigan retransmitiendo tu sesión de circo semanal estarás tranquilito en tu salón

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